¿Quiénes Somos?
Somos una Sociedad Ocultista, donde se debaten los principios de la Ciencia Oculta. Esta Hermandad se establece para aceptar a personas de cualquier estatus social y de cualquier ocupación, siempre y cuando la persona cumpla con las características requerídas para pertenecer a ella.
Requisitos y Obligaciones:
Todas las personas, sean hombres o mujeres, pueden ser iniciadas para convertirse en miembros de la Fraternidad Ocultista Cuerno de Amaltea. A todos les es permitido ingresar sobre bases ecuánimes; sin embargo, es requisito fundamental ser mayor de 18 años.Otros puntos significativos son:
- No hablar de temas referentes al secreto de la Fraternidad con personas que hayan sido cesadas, dimitidas o expulsadas de esta.
- Comprometerse a mantener una relación amistosa y bienintencionada con todos los Fratres y Sorores de la Fraternidad.
- Nunca copiar, ni permitir copiar ningún documento sin antes haber conseguido el permiso del Director de la Fraternidad.
- No dejarse colocar en un estado de pasividad tal que cualquier persona no iniciada o cualquier otro poder puedan hacer perder el control de las palabras o de las acciones.
- No practicar la magia negra.
- Mantener el respeto por todas las religiones.
El secreto dentro de la Fraternidad Ocultista Cuerno de Amaltea:
Hay una importante razón para el secreto dentro de la Fraternidad. Esta gira alrededor de un principio Hermético, según el cual, el proceso alquímico requiere un contenedor cerrado o Herméticamente Sellado. Para el Alquimista el Secreto de los Secretos es el Arte de hacer la Piedra de los Sabios. Se trata, pues, del Secreto mismo de la Vida y del Ser, que es el Manantial Inagotable de la Verdad y de su progresiva revelación. Por más que tratemos de abrevarnos en ella y logremos satisfacer, aunque sea parcialmente, nuestra sed y nuestra hambre de conocimientos, y hacer a los demás partícipes de lo que hemos encontrado y asimilado, más todavía nos queda por conocer y revelar. Ese Secreto es como una mina de oro, cuyo filón se pierde en los abismos insondables de la Tierra: Nunca nos será posible agotarlo; por más oro que llevemos a la luz, más oro todavia quedará secreto en las entrañas profundas del suelo. Pretender revelar por completo ese secreto es una implicita confesión de ignorancia. Pretender agotarlo, sería como si un hombre quisiera vaciar el océano sacando el agua con un vaso.
Si los Filósofos guardan este Secreto, a imitación de los Sacerdotes de Egipto, es a causa de su excelencia. Una de las razones que esgrimen los Filósofos para excusarse de no divulgar un Secreto tan útil para quienes lo saben, es que:
Las personas no preparadas para acoger bien un Secreto, no sólo no lo comprenden, sino que lo desfiguran o lo vuelven escarnio.
Algunos se preguntarán por qué existe un estricto juramento para la información entregada en la Fraternidad ya que gran parte de ese material puede ser adquirido de varias fuentes (esto era así, aún hace 100 años). La respuesta es realmente muy simple. Si uno no puede ser confiable con información simple y relativamente inofensiva, entonces por qué debería el Director de la Fraternidad confiar en esa persona proporcionándole información más avanzada, detallada y con técnicas especiales para el desarrollo? Contrariamente a lo que muchos piensan, hay un vasto cuerpo de información y estudio que permanece a salvo detrás del velo del secreto. Allí, solo puede ser usado por aquellos que han sido entrenados para hacerlo y que se han hecho dignos de confianza. A ellos le son encomendados los secretos que abren los grandes Misterios.
Por otra parte, el sentido oculto de un documento no se circunscribe exclusivamente a su publicación o encierro. Un escrito secreto o hermético puede seguir siéndolo a pesar de su publicación, sobre todo si su contenido va dirigido tan solo a aquellos que sean capaces de entenderlo.
La Fraternidad y los Credos Religiosos:
Muchos se preguntarán si la Fraternidad constituye en si una religión. La respuesta es un rotundo NO. La Fraternidad no es una religión. La Fraternidad abarca gente de una gran variedad de credos. Una persona no debe abandonar su religión para unirse a la Fraternidad. A los estudiantes se les exige únicamente que piensen por sí mismos; la Fraternidad no acepta a la gente con mente débil que sólo está buscando un gurú. Aunque la Fraternidad proclama la Verdad por encima de todas las creencias, y la libertad de buscarla por encima de toda limitación y de todo dogmatismo, no quiere decir con esto que se halle naturalmente en contra de alguna o de cualquier particular convicción o creencia; al contrario, la tolerancia más amplia y más plena en materia de religión es uno de sus principios fundamentales, y toda convicción sincera se halla igualmente respetada en su seno. La Fraternidad se interesa por el desarrollo espiritual, no importando la creencia que profese ese miembro.
El estudio en la Fraternidad y su disciplina está más allá de la religión de cada uno. En esencia, la Fraternidad es una Escuela Filosófica Occidental, impersonal y constructiva, un camino individual hacia la Verdad, como Arte (y ciencia al mismo tiempo) de la Vida, en su más alta y dilatada acepción, como doctrina y factor de Armonía y Progreso para cada hombre y mujer particularmente, para la sociedad y el medio en que se encuentran, para toda la Humanidad y la Naturaleza misma.